NOS HIZO FALTA TIEMPO...

Nos hizo falta tiempo,
nos comimos el tiempo.
El beso que forjamos,
aquel beso que probamos,
se fue de nuestras manos.

Nos hizo falta tiempo,
de cambiar la lluvia,
de hablar de un año entero,
de bailar tu y yo un bolero,
mira que hizo falta tiempo.

Nos hizo falta tiempo,
para andar una playa,
inventar una aventura,
dedicarse a la locura,
dibujarte los antojos,
decifrar que hay en tus ojos,
mira que hizo falta tiempo.

Nos hizo falta tiempo,
para que te convencieras,
que eras tu mi vida entera,
que de blanco me vistieras,
que mis brazo consistieras,
que en verdad me conocieras,
mira que hizo falta tiempo...mucho tiempo...

...por vivir

"El Reto Maicrosof..."

México está globalizándose, escuché decir. Y sí. Hoy fui testigo (y lo he sido muchas veces) de cómo podemos dejar de ser muchos para ser uno.

Estaba yo caminando por el Centro Histórico, (que para muchos es otra cosa menos que histórico), y veo una masa de gente concentrada frente a un templete en el cual un individuo grita estrepitosamente órdenes.

Me acerco y veo personas que reparten pedazos de telas al tiempo que te piden (ordenan) que te ubiques según el color que te dieron. Así los rojos, amarillos, azules y verdes se colocaban según su telita.

-¡Pónganse el paliacate en la cabeza!- grita animosamente aquel individuo. ¡Ah jijos, eran paliacates!, que bueno que me lo dice.

Aquél remedo de capitán Agallón Mafafas indicaba jubilosamente, pero con un pequeño aire de fastidio, lo que los afanados participantes tenían que hacer. Yo disponía a retirarme cuando escucho: ¡Todos los ofis agarren la tela roja y los maicrosof la azul!. Volteo y efectivamente todos los ofis y todos los maicrosof estaban haciendo tan bien sus labores que merecerían la insignia al empleado del mes.

Todavía no encuentro en qué momento se dijo quiénes eran cada cual pero parece que el paliacate programaba en automático. Me quedo a ver el chow (siguiendo el raro acento inglés de nuestro capitán) y entonces veo como toda la masa de gente hace lo que se le pide. Levanta las telas, las agita, aplaude, grita, corre de un lado para otro. Los siempre afanosos policías de tránsito detienen los carros para que los ofis y los maicrosof cruzaran la calle de ida y vuelta.

Ante tan desconcertante escena (y por razones de salud mental) consideré firmemente continuar con mi camino pero pareciera que nuestro Agallón no permitiría que se le fuera ningún Garrison y comentó a manera de pregunta -- ¿saben por qué están aquí? -- ¡Vaya, hasta que nos van a contar!, ¡Hasta que nos vamos a enterar!, una vez más me quedo – Esto es porque tenemos un reto, el reto maicrosof, tenemos que hacer el logotipo más grande y como sabemos que en México hay mucha gente bien animosa, (a caray!! eso no lo discuto), queremos que ese logotipo sea hecho aquí. Y ¿saben por qué? (una vez más gracias por evitarme la pregunta) porque tenemos que poner muy en alto el nombre de México.

¿El de México o el de Maicrosof? (aplausos del público). Aprovecho la distracción del capitán para alejarme lo más pronto posible. Es cierto. México está globalizándose.

Una pregunta para alguien...

SEÑOR ,
¿Qué me espera?
SEÑOR,
¿Qué me espera con esta mi herejía?,
¿Qué me espera con este sentimiento que has posado en mi?,
¿Qué tiene que venir?,
¿Cuánto hay que sentir?.

¿Qué me espera si dejo que entre a mis ojos mientras yo navego en sus labios?

¿Qué he yo de esperar si él, siendo hombre de todo el mundo, yo sólo sea mujer de él?

Cada que te veo...

Cada que te veo yo no se qué hacer
si correr a verte, hablarte, yo no sé
si huir de tu belleza o correr donde tu estes.

Cada que te acercas hechas a perder
mis discursos, mis ideas, yo qué sé,
y las cosas que me dices para mi son como miel.

Cada que tu posas tu mirada en mi
se me duermen los dos brazos y mis pies,
se me nubla la mirada, tiemblo y no puedo ver.

Algo pasa, está pasando y no sé qué hacer
para creer
para querer