Epifanía
El suave impacto del frasco roto le había transformado, deseaba regresar a la noche anterior en la que había pretendido cambiar la cerradura del apartamento pues él estaba por llegar.
Su rostro apenas era reconocible, no tenía dudas -todas las cerraduras deben ser cambiadas íntegramente -decía para si desde aquella vez que Jorge perdió la razón.
Ahora, a un lado de ella, él yacía inerte con la sonrisa enjugada en lágrimas para no volver jamás.